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Muerte de Tazarte

                                                               

 

Uno de los guerreros y patriota canario, quizás menos valorado por la historia contada por los españoles, fue la del guayre Tazarte. Y eso que había luchado prácticamente codo con codo con todos los grandes patriotas guanches (Canarios), como eran Doramas o Bentaguayre. Además de continuas luchas de guerrillas, participó en la batalla de Guiniguada, al lado de la fuerza de Adargoma, y asaltó junto con Bentaguayre el famoso recinto fortificado del Real. Su valor en la lucha y su entrega a su nación, hacen de Tazarte un héroe para todos los canarios que prefieren morir a vivir bajo el dominio de la tiranía y la esclavitud.

Pedro de Vera, en su avance conquistador y con su fiel lacayo y traidor Fernando Guanarteme, iba conquistando puntos estratégicos que se consideraban inexpugnables por los isleños. El conocimiento de los traidores de senderos desconocidos por los españoles, sorprendían a la valerosa resistencia canaria. Trepaban estos traidores y con la ayuda de la oscuridad de la noche, emboscaban a sus hermanos de sangre, matando y robando el ganado y los víveres para sus padrinos invasores.

De esta manera, lograron conquistar la posición que defendía el guayre Tazarte, otro lugar fuerte y prácticamente inaccesible, situado sobre una tierra áspera, llamado Fataga.

Aythamy, el faicán de Gáldar, que era tío del también traidor Fernando Guanarteme, les dijo que Pedro de Vera, prometía no matarlos si se rendían a los poderosos monarcas que iban a gobernar aquellas tierras. El fuerte, honesto y valeroso Tazarte, viendo que los suyos seguían el dictamen de un cobarde, corrió arrebatado de dolor y se lanzó por el borde del precipicio, gritando en un acto de honor patriótico el famoso “ATIS TIRMA”.

Antes de lanzarse, Tazarte debió lagrimar sin hacer llanto, y le tuvo que costar digerir, que la desunión de su pueblo hiciera tanto daño a su patria. Los que ese día se sometieron, pasarían a vivir bajo el yugo de la esclavitud, vendidos como ganado por rendirse sin seguir luchando.

Las promesas traídas por los cobardes que vendieron su patria por migajas de poder, dieron las alas de la libertad a Tazarte, el gran guerrero guanche (Canario). Con esta muerte honrosa y heroica, ese día, ese isleño de valor increíble, abrazó la libertad, siendo realmente en esa jornada, el único hombre libre de los que allí se encontraban.

A partir de aquí, el sanguinario Vera y sus secuaces reunirían sus fuerzas para atacar el refugio de Bentejuí.

                               Bibliografía: Agustín Millares Torres (Historia General de Las Islas Canarias)

                                                       José de Viera y Clavijo (Historia de Canarias)

                                                    Texto copiado íntegramente de http://www.faita.org/

 

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